Algunas personas afirman que inclusive no pueden generar un descanso efectivo por esta ansiedad que les produce el tener miedo.
A continuación encontrarás algunos tipos de miedo:
A lo desconocido – por ejemplo a la muerte o a una situación nueva.
A la soledad – a veces la gente teme a la soledad hasta el punto que no pueden soportar estar solos y prefieren perderse en relaciones y actividades superficiales.
Al futuro – el aumento de las crisis en el mundo, sean políticas, económicas, medioambientales o sociales, crea o añade miedo individual o colectivo al futuro.
A la enfermedad – a veces debido a su miedo a la enfermedad, la gente empeora las dolencias que padecen o viven atemorizados de contraer algo terrible.
A los demás – suele ser el miedo peor: el miedo a la ira, el rechazo, el juicio y la violencia de los otros.
Al fracaso – algunas personas evitan hacer algo, o deciden no actuar, debido a que el miedo a fracasar paraliza su iniciativa y su confianza.
Y ahora, ¿qué hacer para combatir el miedo?
Aunque el miedo es necesario y es una condición intrínseca del ser humano, es necesario lograr su control para vivir lo más plenamente posible, ¿cómo? así:
ADMITIR: Que tienes miedo y que sabes que existen y entender que el miedo es un mecanismo de defensa que debe ayudarnos en momentos de crisis y la crisis no es permanente, ¡eh!
RECONOCER: Cuáles son tus principales miedos, escríbelos para hacerlos más reales y tangibles y que no te controlen.
INVESTIGAR: Investiga el miedo, una vez que admites el miedo hay que saber qué lo causa y revisar información que te dirá que no eres el único y que puede tratarse.
DESCUBRIR: Que no hay nada malo en tener miedo. No es para tanto. El miedo forma parte de tí, pero no te controla.
TRATAR: Si descubres que el miedo es grande definitivamente hay que pedir ayuda, ningún ser humano vino con un chip para poder curar solo sus propios miedos.
HACER LAS COSAS:
- Enfrenta el miedo,
- Revisa tu esquema de vida para ver en qué partes estás siendo vulnerable
- Entregar el miedo a un tercero, por ejemplo a una que te respalde en caso de accidentes, pérdidas o siniestros.
Y por último VIVE en el presente porque el mañana es incierto y trabaja por conseguir el mejor futuro posible.